Como no se perdía reunión alguna, se convertía en tema de conversación. Concluí con algunos amigos que «a Badú lo amas o lo odias, pero no hay punto intermedio», Además, lo nombramos «el perro más sexy del mundo» (por guapo e inteligente). «Si Badú fuera hombre, tú y yo no seríamos amigas», decía mi mejor amiga.

  1. No trackbacks yet.

Deja un comentario