Badu_043

Durante una semana, lo cargué de un lado a otro. En tres días ya no se dejó cargar y empezó a caminar por su cuenta. Estaba teniendo una recuperación «sorprendente». El 16 de diciembre tuvo un día normal, como los de siempre: sol, comida, carnaza y muchas caricias. (No salió, para cuidar su corazón).

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